Estos bollitos que parecen ensaimadas, estan buenisimos, recién hechos y te los puedes comer frios o calentando unos segundos en el microondas, tiene un suave sabor a canela........ Son conocidos como cinnamon burns, pero estos llevan encima un glaseado blanco que yo no lo he hecho porque no nos apetecian muy pringosillos, también pueden ser sticky buns que llevan un glaseado de caramelo. Me apetecian así porque una vez compré un paquete de estos espirales o bollos de canela en ikea que no llevaban glaseado y me encantó y dije esto lo tengo que hacer yo un dia, y alejó encontré una receta y a probar......... resultado objetivo cumplido, los repetiré porque a mi hija mayor les fascinó.

Ingredientes:
90 gr de azúcar
7 gr de sal
80 gr de margarina o mantequilla (yo mantequilla)
1 huevo
5 gr de extracto de limón ( yo zumo de medio limón)
450 gr de harina de panaderia (yo puse más, fue a ojo pero creo que unos 100 gr más)
un sobre de levadura de panadería
de 260ml a 300ml de leche (yo 260 ml)
3 cucharadas de leche en polvo
240 ml de agua
canela azucarada

Amalgamar el azúcar, la margarina o mantequilla, la sal y la leche en polvo. Incorporar el huevo y el extracto o zumo de limón y remover hasta que quede todo bien mezclado. Luego añadir el agua, la harina, la levadura y la leche. Amasar hasta que quede sedosa y fina, adherente pero pegajosa. Engrasa ligeramente un cuenco grande con aceite y pasa la masa al cuenco dándoles vueltas para que quede bien engrasada. Tapa el cuenco con film de cocina.
Deja fermentar a temperatura ambiente hasta que doble de tamaño.
Estirar la masa en forma de pergamino y espolvorear bien por encima de esta con canela azucarada y liar como un cigarro, creando un espiral de azúcar y canela. Cortar la masa con un ancho de unos 3,5 cm cada una y poner en la bandeja dejando separación y volver a dejar fermentar unas dos horas aproximadamente. Poner al horno ya pre calentado a unos 180º hasta que esten doraditos.
Fuente: El aprendiz de panadero